May 05, 2004

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El hombre que sabía demasiado. Las dos versiones, la del '34 y la del '57. El gordo Hitchcock al mango. En la versión technicolor (que es la mejor, vamos fuera los puristas), vale la pena detenerse el momento del intento de magnicidio, una larga escena muda, con la música marcando el tono (y Bernard Herrmann conduciendo) que es una clasecita de suspenso. Para que aprenda la gilada cómo se hace. Y, bueno sí, el personaje de James Stewart es como demasiado adulto sin gracia pero de eso se trataba. Y Doris Day, lo mismo. A los tipos le secuestran al hijo, se ven envueltos en una intriga internacional y siguen siendo unos turistas americanos bobalicones. Pero la película se trata de un crimen no de la salvación de los papanatas de este mundo.