July 30, 2004
karaokes a capella
Hace 25 años la raza humana comenzó una mutación que le agregó auriculares al ya magullado cerebro. Antes eran de una sola oreja y se limitaban a repetir partidos de futbol pero desde que Sony creó el Walkman, la sofisticación alcanzó a las dos orejas y gente grande anda por ahí con sonidos saliéndole de la cabeza y generando involuntarios karaokes a capella fuera de todo tono y medida. Quien escribió este artículo se enoja con el japonés que inventó el maldito aparatito. Y algo de razón tiene.
July 26, 2004
Qué bonito
El próximo viernes 30/7 El Living (Juan Paullier y Edil Hugo Pratto) se verá sacudido una vez más por Buenos Muchachos, esta vez con la excusa de despedirse de amigos y novietas. ¿Despedirse ? Si, estimado lector, los ahijados espirituales de Scorsese, Waits y otros sátrapas parten a Buenos Aires por tiempo indefinido, así que tu presencia es obligatoria. Además, para que la fiesta sea completa, Jorge y Jorge, dos incompetentes absolutos que buscan sus inmerecidos quince segundos de fama, serán los encargados de calentar el ambiente previo al show, pinchando artistas de la talla de Gun Club, Velvet Underground, Sonic Youth, Nomads y demás bazofia sonora. En caso de que nuestro torpe ingeniero logre descifrar los misterios del Haloscan, se aceptan solicitudes para integrar el incendiario set de estos dos émulos contemporáneos de Socrates y Ulises, no precisamente los griegos. Para bailar hasta que caerse de la silla. Oir para creer.
July 22, 2004
ah...la nostalgia
por jo(r)ge
En Vuélvete Underground, especie de dream team blogota, Amadeo reflexionaba sobre el papel que la nostalgia juega cuando recordamos las bandas con las que nos iniciamos en esto del rock´n´roll. Yo, que ya nací nostálgico, me enganché enseguida con el tema y “descubrí” que uno de los principales pilares de mi cultura musical es el rock español de los 80, ese que arranca en “la puta movida”, como la describió, ingratamente, mi difunto amigo (y más madrileño que las tapas y el carajillo), Angel. Incluso algunas de las principales bandas uruguayas post dictadura demostraban estar muy influenciadas por los grupos hispanos, una característica de lo más extraña, a mi juicio.
Aquí va una “young person´s guide to rock torero”, hecha con mucho amor y muy poca objetividad. Que de eso se trata esto, coño, que esto no es el puto Rock de Lux.
GABINETE CALIGARI. En sus comienzos estaban alineados en la corriente siniestroide de Cure, Bauhaus y otros para luego, lentamente, introducir elementos más afines a la cultura española. De su primera etapa destaco canciones como “Que Dios reparta suerte”, una especie de flamenco dark, “Mentir” o “Sangre española”, de temática taurina, todas editadas en 1983. Al año siguiente publican el EP “Cuatro Rosas”, altamente recomendable y en el cual esbozan su nueva dirección, agregando teclados, vientos y, en el tema del título, clavicordio y fliscornio. Es una de las mejores canciones que se han escrito en nuestro idioma, una oda romántica y etílica a ese amor perdido por el cual uno pasa toda la noche acodado en una barra y dándole la lata al cantinero de turno. La ruptura con sus comienzos es total, tanto a nivel musical como de letras y así queda demostrado en “Al calor del amor en un bar”, su disco de 1986 que los hace famosos en toda España. Pero la explosión llega con “Camino Soria” (1987), donde sorprenden ahondando en la canción melódica internacional (“Suite nupcial” podría haberla interpretado Julio Iglesias de anfetas), el soul via The Jam (“Tócala, Uli”, homenaje a su saxofonista caído en combate), el flamenco pop (“La sangre de tu tristeza”)…todas las canciones que componen este disco son buenísimas, pero hay que escucharlo sin prejuicios. Es justo señalar que los arreglos de todos los temas pertenecen a Esteban Hirschfeld, uruguayo ex integrante de Los Mockers residente en España. Hoy están separados y su guitarrista y líder Jaime Urrutia acaba de editar como solista.
LA POLLA RECORDS. un clásico de nuestros años punkarras, “Salve” (1984) fue la banda sonora en el funeral de la dictadura uruguayo. Hijos directos del punk inglés, y vascos hasta las mancuernas, escupen canciones rebosantes de energía y sarcasmo que critican al que se les ponga delante, sean las instituciones políticas o religiosas (“Delincuencia”, “Salve”), las modas y la industria musical (“Muy punk”, “Estrella de rock”) o la frustración juvenil (“Venganza”) . Necesarios en cualquier reunión de treintaypico , sobre todo si el dueño de casa conserva el mismo gusto de mierda del que hacía gala en el liceo. Nos visitaron hace unos años y todavía tenían lo suyo para decir.
KORTATU. Otros viejos conocidos del público uruguayo, también nos visitaron aunque en su encarnación como Negu Gorriak y recientemente en la etapa solista de su líder, Fermín Muguruza. Tan punks como La Polla, pero con un alto componente de ska en su música, fueron la cara más conocida, divertida e imaginativa del Rock Radical Vasco de principios de los 80. Sus dos primeros discos (“Kortatu” de 1985 y “El estado de las cosas” de 1986) son, a mi juicio, lo mejor de su obra, sobretodo porque los siguientes están cantados totalmente en euskera, lo que los hace incomprensibles para cualquier individuo normal. De más está decir que sus letras son combativas, pro ETA e izquierdistas pero con un toque de humor:
Qué bien me lo estoy pasando bailando este ska
Qué bien me lo estoy pasando creo que me voy a matar
Esto es lo último que dijo Manolo Rastamán
Se tiró desde un octavo al son del último compás
La vecina del sexto oyó como gritó
Que os den por culo a todos que esto se acabó
("Manolo Rastamán")
A ritmo de ska, obviamente. Otras canciones para hacer bailar a la abuela y disfrutar con la vieja como un enano son “Nicaragua Sandinista”, “Mierda de ciudad”, “La línea de frente”, todos aguerridos himnos. Son ideales, además, para la misma reunión de treintaypico en caso de tener ganas de hacer el gamberro y sin ningún disco de La Polla cerca. Decir que eran los Clash españoles no está lejos de la realidad, incluso grabaron una versión de Jimmy Jazz en español. Pero un lugar común como ese, también es quitarles un poco de mérito.
LOQUILLO Y LOS TROGLODITAS. Baluarte del rock español, aunque personalmente me cae antipática su soberbia y sus actitudes de niño caprichoso, pero dudo que le preocupe mi opinión. Además es un cantante formidable. Su primera etapa, en la que contaba con el guitarrista Sabino Méndez, es lo mejor de su carrera, luego de la partida de éste y tras infructuosos intentos por disimularla se volcó a la chanson francesa (Brel, Vian) y ya no fue lo mismo. “A por ellos... que son pocos y cobardes!”, doble en vivo registrado en varias ciudades de la Madre Patria en 1989, es una buena recopilación de su obra. Participa el propio Méndez en algunos temas, aparentemente recuperado de su adicción a la heroína, sumando guitarrazos y legitimando el producto. El primer disco arranca rockeando (“Carne para Linda”, “Chanel, cocaína y Dom Perignon” – gran título-, “Quiero un camión”) para después bajar el ritmo acercándose al jazz parisino de los 50 (“Brisa de abril”, “En Dino´s a las 10”) y cierran esa cara con una potente “La mataré”.
La segunda parte revisa los comienzos de la banda y es puro rock´n´roll (“Besos robados”, “Todo el mundo ama a Isabel”, “Ritmo de garage”), interrumpido por una gran balada, “El rompeolas”, para después llegar al apoteótico final con “Barcelona ciudad”, seguramente jugando de local. Le perdí el rastro y francamente, no los extraño mucho.
RADIO FUTURA
Los más modernos del lote, en cuanto a sonido. Nacieron con la movida y alcanzaron la fama en menos de lo que demorás en decir “Almodóvar”. Tienen canciones memorables, como “Semilla negra”, “Escuela de calor” o “La negra flor”, facturando un pop de calidad, con toques new wave y conducido por las omnipresentes guitarras. De su discografía me quedo con “Veneno en la piel”, de 1990, producido por Ollie Halsall, respetado músico inglés de comienzos de los 70. El álbum es un hermoso tapiz tejido por las guitarras eléctricas y acústicas, bordando filigranas árabes en la canción que da nombre al disco, disparando riffs pegajosos (“Condena del amor”, “Si me dejas solo”) o rasgando sensiblemente en “Corazón de tiza”.
Interesantes y en algunos casos enigmáticas letras sobre las relaciones humanas, mujeres malas y amigos desconocidos. Una joya.
BURNING : en algún momento fueron LA banda de rock´n´roll español. Escribieron grandes canciones y buenas letras, gastaban una imagen que mezclaba el glam vía Lou Reed con los Stones setenteros, la heroína y demás drogas eran su dieta diaria y encima algunos integrantes se mudaron al otro barrio antes de lo previsto. No te dejes engañar por su espantoso nombre, “El fin de la década” es un compendio del mejor rock en nuestro idioma, descendiente directo de “Sticky fingers” o “Let it bleed” y poblado de prostitutas, perdedores imperturbables y dealers, personajes que podrían ser protagonistas de cualquier letra de Johnny Thunders o Lou Reed. Sólo la balada “Que hace una chica como tú en un sitio como éste” vale por toda la discografía de La Oreja de Van Gogh. Al ser incluída en la película del mismo nombre (Fernando Colomo, 1978) los sacó del reducido circuito de bares para disfrutar del éxito masivo por unos años, hasta que el modernismo se apoderó de Madrid y los relegó por anacrónicos. “El fin de la década” recorre el rock clásico (“Seducción”, “Mueve tus caderas” y su letra inocentemente optimista ), el reggae (“Un poquito nada más” o la descripción universal de lo que significa ser adolescente y enrollado) y tres grandes temas, la ya mencionada “Que hace una chica...”, “Lo que el tiempo no borró” y “Balada para una viuda”, que cortan el aliento.
Hoy en día siguen en activo, elevados a la categoría de mito viviente, pese a que sólo permanece uno de sus miembros originales, el legendario Johnny.
ILEGALES. Un power trio mortífero, provienen de Asturias y su líder, Jorge Martínez es todo un personaje, bravucón, pendenciero, calvo y borracho como un pirata, pero con una sensibilidad literaria admirable. “Princesa equivocada”, “Enamorados de Varsovia” o “La casa del misterio” son baladas inolvidables que muestran el lado tierno del tipo, mientras que “Soy un borracho”, “Eres una puta”, o “Ella saltó por la ventana” nos muestran su vena más salvaje. Los dos primeros discos, “Ilegales” y “Todos están muertos”, son de adquisición obligatoria, pero su obra de los 90 es muy recomendable. El doble en vivo “Directo” recoge todos los clásicos de la primera época y es un buen lugar por donde empezar a conocerlos. Todavía arman una buena trifulca al terminar sus conciertos.
DOGO Y LOS MERCENARIOS. Son de tercera división, es verdad, pero tienen un aura de autenticidad envidiable. Además de ser una debilidad personal. Hijos directos de Burning (incluso le han calcado más de una letra), comparten con ellos la afición por el rock canalla de los 70 (Stones, NY Dolls, Thunders) tanto a nivel musical como visual. Su primer disco, “Ansia” (1987), es un bólido propulsado a riffs cortantes y ponzoñosos, y urgente a más no poder. Los junkies (“Ansia”,) el sexo (“Sólo mi cuerpo”) y la gente de la calle (“Siete cortos años”) son los protagonistas de las historias que Dogo canta como si le fuera la vida en ello. Mención aparte merece la hermosa “Sueños rotos”, bares, mujeres y la última copa de la noche.
Sus dos siguientes discos, “Llueve en Sevilla” y “Mala reputación” mantienen el nivel, destacándose la brumosa “El hombre burbuja” con su letra existencial y “Polígono sur” (con la presencia del guitarrista gitano Raimundo Amador) del primero, y “Mil noches sin ti”, “Hoy vamos a ponernos bien” y “Angel” del último, ésta dedicada a mi amigo, víctima de la heroína.
LOS COYOTES: prácticamente desconozco todo sobre esta banda, excepto que en 1983 editaron “Mujer y sentimiento”, obra precursora del despreciable rock latino, pero hecha con gracia y respeto. Claro que desde la óptica de un europeo, y ahí es donde falla, en caso de ponernos exigentes. Pero canciones como “Mira como tiemblo”, “Señales del destino” o “El mono” son divertidas incursiones rockeras en ritmos centroamericanos, ilustradas por letras ingeniosas y mucha convicción. “100 guitarras” es un corrido que asombró a Joe Strummer.
SINIESTRO TOTAL. Viejos conocidos de nuestro público, estuvieron a punto de tocar en el Centenario pero una traicionera tormenta obligó a suspender el festival que los tenía como estrellas indiscutidas. Igualmente ofrecieron un potente show sorpresa en Underbar, en una noche calurosa e inolvidable, junto a The Supersónicos, y éstos ya nunca fueron los mismos. “Cuándo se come aquí?”, de 1982, es mi disco favorito de estos gallegos incorrectamente irrespetuosos. Sus jocosas letras son la marca de la casa (“Todos los ahorcados mueren empalmados”, “Las tetas de mi novia”, “Ayatolah”), blindados himnos punk rock que no han perdido su gracia.
No hace falta aclarar que muchas y buenas bandas quedaron en el tintero, pero esta breve reseña no tiene ánimo enciclopédico.
En Vuélvete Underground, especie de dream team blogota, Amadeo reflexionaba sobre el papel que la nostalgia juega cuando recordamos las bandas con las que nos iniciamos en esto del rock´n´roll. Yo, que ya nací nostálgico, me enganché enseguida con el tema y “descubrí” que uno de los principales pilares de mi cultura musical es el rock español de los 80, ese que arranca en “la puta movida”, como la describió, ingratamente, mi difunto amigo (y más madrileño que las tapas y el carajillo), Angel. Incluso algunas de las principales bandas uruguayas post dictadura demostraban estar muy influenciadas por los grupos hispanos, una característica de lo más extraña, a mi juicio.
Aquí va una “young person´s guide to rock torero”, hecha con mucho amor y muy poca objetividad. Que de eso se trata esto, coño, que esto no es el puto Rock de Lux.
GABINETE CALIGARI. En sus comienzos estaban alineados en la corriente siniestroide de Cure, Bauhaus y otros para luego, lentamente, introducir elementos más afines a la cultura española. De su primera etapa destaco canciones como “Que Dios reparta suerte”, una especie de flamenco dark, “Mentir” o “Sangre española”, de temática taurina, todas editadas en 1983. Al año siguiente publican el EP “Cuatro Rosas”, altamente recomendable y en el cual esbozan su nueva dirección, agregando teclados, vientos y, en el tema del título, clavicordio y fliscornio. Es una de las mejores canciones que se han escrito en nuestro idioma, una oda romántica y etílica a ese amor perdido por el cual uno pasa toda la noche acodado en una barra y dándole la lata al cantinero de turno. La ruptura con sus comienzos es total, tanto a nivel musical como de letras y así queda demostrado en “Al calor del amor en un bar”, su disco de 1986 que los hace famosos en toda España. Pero la explosión llega con “Camino Soria” (1987), donde sorprenden ahondando en la canción melódica internacional (“Suite nupcial” podría haberla interpretado Julio Iglesias de anfetas), el soul via The Jam (“Tócala, Uli”, homenaje a su saxofonista caído en combate), el flamenco pop (“La sangre de tu tristeza”)…todas las canciones que componen este disco son buenísimas, pero hay que escucharlo sin prejuicios. Es justo señalar que los arreglos de todos los temas pertenecen a Esteban Hirschfeld, uruguayo ex integrante de Los Mockers residente en España. Hoy están separados y su guitarrista y líder Jaime Urrutia acaba de editar como solista.
LA POLLA RECORDS. un clásico de nuestros años punkarras, “Salve” (1984) fue la banda sonora en el funeral de la dictadura uruguayo. Hijos directos del punk inglés, y vascos hasta las mancuernas, escupen canciones rebosantes de energía y sarcasmo que critican al que se les ponga delante, sean las instituciones políticas o religiosas (“Delincuencia”, “Salve”), las modas y la industria musical (“Muy punk”, “Estrella de rock”) o la frustración juvenil (“Venganza”) . Necesarios en cualquier reunión de treintaypico , sobre todo si el dueño de casa conserva el mismo gusto de mierda del que hacía gala en el liceo. Nos visitaron hace unos años y todavía tenían lo suyo para decir.
KORTATU. Otros viejos conocidos del público uruguayo, también nos visitaron aunque en su encarnación como Negu Gorriak y recientemente en la etapa solista de su líder, Fermín Muguruza. Tan punks como La Polla, pero con un alto componente de ska en su música, fueron la cara más conocida, divertida e imaginativa del Rock Radical Vasco de principios de los 80. Sus dos primeros discos (“Kortatu” de 1985 y “El estado de las cosas” de 1986) son, a mi juicio, lo mejor de su obra, sobretodo porque los siguientes están cantados totalmente en euskera, lo que los hace incomprensibles para cualquier individuo normal. De más está decir que sus letras son combativas, pro ETA e izquierdistas pero con un toque de humor:
Qué bien me lo estoy pasando bailando este ska
Qué bien me lo estoy pasando creo que me voy a matar
Esto es lo último que dijo Manolo Rastamán
Se tiró desde un octavo al son del último compás
La vecina del sexto oyó como gritó
Que os den por culo a todos que esto se acabó
("Manolo Rastamán")
A ritmo de ska, obviamente. Otras canciones para hacer bailar a la abuela y disfrutar con la vieja como un enano son “Nicaragua Sandinista”, “Mierda de ciudad”, “La línea de frente”, todos aguerridos himnos. Son ideales, además, para la misma reunión de treintaypico en caso de tener ganas de hacer el gamberro y sin ningún disco de La Polla cerca. Decir que eran los Clash españoles no está lejos de la realidad, incluso grabaron una versión de Jimmy Jazz en español. Pero un lugar común como ese, también es quitarles un poco de mérito.
LOQUILLO Y LOS TROGLODITAS. Baluarte del rock español, aunque personalmente me cae antipática su soberbia y sus actitudes de niño caprichoso, pero dudo que le preocupe mi opinión. Además es un cantante formidable. Su primera etapa, en la que contaba con el guitarrista Sabino Méndez, es lo mejor de su carrera, luego de la partida de éste y tras infructuosos intentos por disimularla se volcó a la chanson francesa (Brel, Vian) y ya no fue lo mismo. “A por ellos... que son pocos y cobardes!”, doble en vivo registrado en varias ciudades de la Madre Patria en 1989, es una buena recopilación de su obra. Participa el propio Méndez en algunos temas, aparentemente recuperado de su adicción a la heroína, sumando guitarrazos y legitimando el producto. El primer disco arranca rockeando (“Carne para Linda”, “Chanel, cocaína y Dom Perignon” – gran título-, “Quiero un camión”) para después bajar el ritmo acercándose al jazz parisino de los 50 (“Brisa de abril”, “En Dino´s a las 10”) y cierran esa cara con una potente “La mataré”.
La segunda parte revisa los comienzos de la banda y es puro rock´n´roll (“Besos robados”, “Todo el mundo ama a Isabel”, “Ritmo de garage”), interrumpido por una gran balada, “El rompeolas”, para después llegar al apoteótico final con “Barcelona ciudad”, seguramente jugando de local. Le perdí el rastro y francamente, no los extraño mucho.
RADIO FUTURA
Los más modernos del lote, en cuanto a sonido. Nacieron con la movida y alcanzaron la fama en menos de lo que demorás en decir “Almodóvar”. Tienen canciones memorables, como “Semilla negra”, “Escuela de calor” o “La negra flor”, facturando un pop de calidad, con toques new wave y conducido por las omnipresentes guitarras. De su discografía me quedo con “Veneno en la piel”, de 1990, producido por Ollie Halsall, respetado músico inglés de comienzos de los 70. El álbum es un hermoso tapiz tejido por las guitarras eléctricas y acústicas, bordando filigranas árabes en la canción que da nombre al disco, disparando riffs pegajosos (“Condena del amor”, “Si me dejas solo”) o rasgando sensiblemente en “Corazón de tiza”.
Interesantes y en algunos casos enigmáticas letras sobre las relaciones humanas, mujeres malas y amigos desconocidos. Una joya.
BURNING : en algún momento fueron LA banda de rock´n´roll español. Escribieron grandes canciones y buenas letras, gastaban una imagen que mezclaba el glam vía Lou Reed con los Stones setenteros, la heroína y demás drogas eran su dieta diaria y encima algunos integrantes se mudaron al otro barrio antes de lo previsto. No te dejes engañar por su espantoso nombre, “El fin de la década” es un compendio del mejor rock en nuestro idioma, descendiente directo de “Sticky fingers” o “Let it bleed” y poblado de prostitutas, perdedores imperturbables y dealers, personajes que podrían ser protagonistas de cualquier letra de Johnny Thunders o Lou Reed. Sólo la balada “Que hace una chica como tú en un sitio como éste” vale por toda la discografía de La Oreja de Van Gogh. Al ser incluída en la película del mismo nombre (Fernando Colomo, 1978) los sacó del reducido circuito de bares para disfrutar del éxito masivo por unos años, hasta que el modernismo se apoderó de Madrid y los relegó por anacrónicos. “El fin de la década” recorre el rock clásico (“Seducción”, “Mueve tus caderas” y su letra inocentemente optimista ), el reggae (“Un poquito nada más” o la descripción universal de lo que significa ser adolescente y enrollado) y tres grandes temas, la ya mencionada “Que hace una chica...”, “Lo que el tiempo no borró” y “Balada para una viuda”, que cortan el aliento.
Hoy en día siguen en activo, elevados a la categoría de mito viviente, pese a que sólo permanece uno de sus miembros originales, el legendario Johnny.
ILEGALES. Un power trio mortífero, provienen de Asturias y su líder, Jorge Martínez es todo un personaje, bravucón, pendenciero, calvo y borracho como un pirata, pero con una sensibilidad literaria admirable. “Princesa equivocada”, “Enamorados de Varsovia” o “La casa del misterio” son baladas inolvidables que muestran el lado tierno del tipo, mientras que “Soy un borracho”, “Eres una puta”, o “Ella saltó por la ventana” nos muestran su vena más salvaje. Los dos primeros discos, “Ilegales” y “Todos están muertos”, son de adquisición obligatoria, pero su obra de los 90 es muy recomendable. El doble en vivo “Directo” recoge todos los clásicos de la primera época y es un buen lugar por donde empezar a conocerlos. Todavía arman una buena trifulca al terminar sus conciertos.
DOGO Y LOS MERCENARIOS. Son de tercera división, es verdad, pero tienen un aura de autenticidad envidiable. Además de ser una debilidad personal. Hijos directos de Burning (incluso le han calcado más de una letra), comparten con ellos la afición por el rock canalla de los 70 (Stones, NY Dolls, Thunders) tanto a nivel musical como visual. Su primer disco, “Ansia” (1987), es un bólido propulsado a riffs cortantes y ponzoñosos, y urgente a más no poder. Los junkies (“Ansia”,) el sexo (“Sólo mi cuerpo”) y la gente de la calle (“Siete cortos años”) son los protagonistas de las historias que Dogo canta como si le fuera la vida en ello. Mención aparte merece la hermosa “Sueños rotos”, bares, mujeres y la última copa de la noche.
Sus dos siguientes discos, “Llueve en Sevilla” y “Mala reputación” mantienen el nivel, destacándose la brumosa “El hombre burbuja” con su letra existencial y “Polígono sur” (con la presencia del guitarrista gitano Raimundo Amador) del primero, y “Mil noches sin ti”, “Hoy vamos a ponernos bien” y “Angel” del último, ésta dedicada a mi amigo, víctima de la heroína.
LOS COYOTES: prácticamente desconozco todo sobre esta banda, excepto que en 1983 editaron “Mujer y sentimiento”, obra precursora del despreciable rock latino, pero hecha con gracia y respeto. Claro que desde la óptica de un europeo, y ahí es donde falla, en caso de ponernos exigentes. Pero canciones como “Mira como tiemblo”, “Señales del destino” o “El mono” son divertidas incursiones rockeras en ritmos centroamericanos, ilustradas por letras ingeniosas y mucha convicción. “100 guitarras” es un corrido que asombró a Joe Strummer.
SINIESTRO TOTAL. Viejos conocidos de nuestro público, estuvieron a punto de tocar en el Centenario pero una traicionera tormenta obligó a suspender el festival que los tenía como estrellas indiscutidas. Igualmente ofrecieron un potente show sorpresa en Underbar, en una noche calurosa e inolvidable, junto a The Supersónicos, y éstos ya nunca fueron los mismos. “Cuándo se come aquí?”, de 1982, es mi disco favorito de estos gallegos incorrectamente irrespetuosos. Sus jocosas letras son la marca de la casa (“Todos los ahorcados mueren empalmados”, “Las tetas de mi novia”, “Ayatolah”), blindados himnos punk rock que no han perdido su gracia.
No hace falta aclarar que muchas y buenas bandas quedaron en el tintero, pero esta breve reseña no tiene ánimo enciclopédico.
July 20, 2004
My racist friend
Dj Spooky acaba de lanzar una versión retocada de El Nacimiento de una nación, la película de Griffith, que retituló Rebirth of a Nation. En este artículo se cuenta esa historia y se reflexiona, entre otras, sobre la liberalización de la palabra "nigger", en la cultura de masas. A su vez lo emparenta con la utilización británica del término paki. Todo a partir de una performance de un japonés en el Lincoln Center de Nueva York.
July 14, 2004
Ay, aquellos años.
Ahora resulta que los '70 son la posta y no un hijo deforme de un zapato de plataforma y el más guarro Lou Reed o la cría amparada en un reservado de Studio 54. Nuestra conciencia nació en esos años, donde la gente hablaba de otras cosas además del afro del vecino. Claro, todo eso en Estados Unidos porque lo que es acá, la década brilló menos que un espárrago. Pero bueno. Conformémonos con saber que pasaba en el resto del mundo.
July 07, 2004
fiesta triste
El Film Forum de Nueva York está desarrollando una perspectiva de seis semanas de la carrera de Ingmar Bergman. El New Yorker recomienda la fiesta, y hace un repaso a su vida y su carrera.
No menciona que al sueco ese lo descubrimos en Uruguay, pero así son de ingratos los gringos.
No menciona que al sueco ese lo descubrimos en Uruguay, pero así son de ingratos los gringos.
porno cult
Atom Egoyan cuenta en este artículo su obsesión, puramente artística con el actor porno Paul Thomas y se pregunta cómo hizo este hombre para pasar de Jesucristo Superstar a Weapons of Masturbation . Toda una carrera. También habla sobre un documental imposible sobre su vida. Para el lechón, bernardo y todos los seguidores del más rancio porno.
July 05, 2004
Así salen las películas
¿Qué sería de un cine sin primeros planos? Hay quienes lo intentan y así les va a ir. La revista Prospect dedica un artículo a una moda al servicio del mercado cinematográfico. Algo así como escribir una novela sin sustantivos, si eso facilitara la lectura y las ventas.
El loco de la playa
El New York Times publicó en su revista dominical un cuestionario al muchachote de la playa, Brian Wilson, el mayor embajador oficial del rock chalado. Como para entrar a leer al New York Times hay que estar suscripto y la pereza gana a la parcialidad, aquí va una transcripción.
July 4, 2004
QUESTIONS FOR BRIAN WILSON
Summer Fun, Anyone?
Interview by DEBORAH SOLOMON
Your album ''Smile'' has been called the greatest rock record that was never released. It's the Beach Boys' lost masterpiece.
We started it in 1967, but we never finished it.
But it is scheduled for release in September. Why did you decide to finish recording it now?
I wanted to get it out before I died.
Are you dying?
No.
And you also have a new solo recording that just came out, ''Gettin' In Over My Head.'' Is it any good?
Each song is different. They're not all the same like the Rolling Stones. You know, Rolling Stones songs all sound kind of the same.
Mick Jagger probably thinks Beach Boys songs all sound the same.
Probably so.
Do you think that the Beach Boys were more artistically adventurous than the Rolling Stones?
I think we're about even. The Beach Boys were a pretty good singing group, but the Stones played their instruments better.
It has been a fairly long time, six years, since you last released a studio recording.
I can't explain it. I had writer's block for a while. Sometimes you sit at the piano and play around, and if you can't get a melody you quit.
It's hard to imagine you as thwarted in any way. Most of us think of you as a poet of surf-filled afternoons and fast cars. The Beach Boys turned summer into the quintessential American season, a time of innocent fun and wildness.
Summer means happy times and good sunshine. It means going to the beach, going to Disneyland, having fun.
But isn't that all a perfect fiction? You have led what seems like a haunted life.
Every now and then I hear voices in my head, but not very clear. I can't understand what they are saying. It's a mental illness. I have been diagnosed as a manic depressive.
When did you last experience an auditory hallucination?
A year ago. I was writing music and I heard voices at the piano. I just jammed on my head and said, ''Stop, stop, stop.'' I take Klonopin and Luvox. They help me relax and keep me from being scared.
What are you scared of?
I think about death a lot. I think about my brothers' deaths.
Your brother Carl died of lung cancer, and your brother Dennis died in a drunken drowning accident. Do you think of them every day?
No, not every day, but about once every two weeks I will think about them.
Is it true you are deaf in one ear?
Yes, my father used to beat the hell out of us.
I guess your songs help carry you away from the memory of your father.
Right. That is probably why I wrote those happy songs. I try to get as close to paradise as I can. I try to steer clear of heartbreaks.
Do you listen to rap?
I don't like it because I can't hear the lyrics of the damn songs.
They say them so fast, and you can't understand what they are saying.
Plus they curse. The Beach Boys never cursed.
I think cursing is a bunch of malarkey.
Are there any musicians under the age of 60 whom you admire?
Not at all. I don't listen to any younger musicians.
It sounds as if you are stuck in a time warp. Who are your heroes?
Paul McCartney and Phil Spector.
But Phil Spector was just charged with murdering an actress!
I think he will get off. I think it was an accident.
Who came up with the name of the Beach Boys?
A promotion guy for Candix Records, which was the record company we were on. I didn't like it. I didn't like the word ''boys.''
Do you surf?
I never learned how.
It's not too late. You can learn now.
I don't want to. I am afraid. I am afraid I would get hurt. I haven't been to the beach in a decade.
Is summer your favorite season?
No. I like fall.
July 4, 2004
QUESTIONS FOR BRIAN WILSON
Summer Fun, Anyone?
Interview by DEBORAH SOLOMON
Your album ''Smile'' has been called the greatest rock record that was never released. It's the Beach Boys' lost masterpiece.
We started it in 1967, but we never finished it.
But it is scheduled for release in September. Why did you decide to finish recording it now?
I wanted to get it out before I died.
Are you dying?
No.
And you also have a new solo recording that just came out, ''Gettin' In Over My Head.'' Is it any good?
Each song is different. They're not all the same like the Rolling Stones. You know, Rolling Stones songs all sound kind of the same.
Mick Jagger probably thinks Beach Boys songs all sound the same.
Probably so.
Do you think that the Beach Boys were more artistically adventurous than the Rolling Stones?
I think we're about even. The Beach Boys were a pretty good singing group, but the Stones played their instruments better.
It has been a fairly long time, six years, since you last released a studio recording.
I can't explain it. I had writer's block for a while. Sometimes you sit at the piano and play around, and if you can't get a melody you quit.
It's hard to imagine you as thwarted in any way. Most of us think of you as a poet of surf-filled afternoons and fast cars. The Beach Boys turned summer into the quintessential American season, a time of innocent fun and wildness.
Summer means happy times and good sunshine. It means going to the beach, going to Disneyland, having fun.
But isn't that all a perfect fiction? You have led what seems like a haunted life.
Every now and then I hear voices in my head, but not very clear. I can't understand what they are saying. It's a mental illness. I have been diagnosed as a manic depressive.
When did you last experience an auditory hallucination?
A year ago. I was writing music and I heard voices at the piano. I just jammed on my head and said, ''Stop, stop, stop.'' I take Klonopin and Luvox. They help me relax and keep me from being scared.
What are you scared of?
I think about death a lot. I think about my brothers' deaths.
Your brother Carl died of lung cancer, and your brother Dennis died in a drunken drowning accident. Do you think of them every day?
No, not every day, but about once every two weeks I will think about them.
Is it true you are deaf in one ear?
Yes, my father used to beat the hell out of us.
I guess your songs help carry you away from the memory of your father.
Right. That is probably why I wrote those happy songs. I try to get as close to paradise as I can. I try to steer clear of heartbreaks.
Do you listen to rap?
I don't like it because I can't hear the lyrics of the damn songs.
They say them so fast, and you can't understand what they are saying.
Plus they curse. The Beach Boys never cursed.
I think cursing is a bunch of malarkey.
Are there any musicians under the age of 60 whom you admire?
Not at all. I don't listen to any younger musicians.
It sounds as if you are stuck in a time warp. Who are your heroes?
Paul McCartney and Phil Spector.
But Phil Spector was just charged with murdering an actress!
I think he will get off. I think it was an accident.
Who came up with the name of the Beach Boys?
A promotion guy for Candix Records, which was the record company we were on. I didn't like it. I didn't like the word ''boys.''
Do you surf?
I never learned how.
It's not too late. You can learn now.
I don't want to. I am afraid. I am afraid I would get hurt. I haven't been to the beach in a decade.
Is summer your favorite season?
No. I like fall.
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